El segundo entierro de Alejandrino

Raúl Soto Rodríguez

Colombia / 2020 / 75 min

Un gesto que a modo de eco se repite en diferentes momentos de esta película: Rostros con los ojos cerrados a punto de quedarse dormidos. Teresa Bailarín soñó con su esposo muerto, el chamán emberá Alejandrino Carupia. Todo el largometraje se extiende como hojas de palma que están siendo tejidas en forma de un canasto, Carupia le pide a Teresa un nuevo entierro. La vida y la muerte se juntan, al igual que la acción de dormir y de soñar, y se abren a un acto común: las imágenes. Al desenterrar a Alejandrino, su compañera lo encuentra momificado. En la comunidad se tiene la creencia de que el retorno de un chamán como Alejandrino Carupia puede traer consigo la muerte de quienes están vivos. El segundo entierro del chamán será para liberar su espíritu. Los cuerpos comparten el largo camino del cuerpo momificado a un cementerio blanco, los cuerpos comparten la voz en los cantos y la lengua bebiendo del mismo aguardiente. Esta película se abre a un afecto que entreteje sincretismos, tensiones y umbrales, entre la vida y la muerte, el sueño y la realidad.

Reseña: Valentina Giraldo Sánchez

 

PREMIOS/ RECONOCIMIENTOS:

Premio especial del jurado “Mayahuel” en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2020.

Premio categoría Lengua del Ficwallmapu 2020.

 

Producción: Yira Plaza O’Byrne | Fotografía: David Horacio Montoya | Sonido: Sebastián Alarcón Vélez | Edición: Juan Fernando Cañola Vélez 

 

Disponible del 26 de octubre al 1 de noviembre en la Sala virtual MIDBO para Colombia y Latinoamérica.

 

 

 

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