Especial el perro que ladra

Intuiciones y convergencias

El colectivo El Perro que Ladra se complace en presentar una selección de obras cinematográficas en el marco de la 25ª edición de la MIDBO. Desde su fundación en París en 2009, nuestro colectivo ha enriquecido los intercambios culturales a través de una programación que promueve la diversa cinematografía latinoamericana. Este 2023, en el que celebramos 14 años como colectivo y 11 años como festival (Panorama del cine colombiano), nos sentimos privilegiados de aportar al diálogo que fomenta uno de los festivales pioneros en su género en América Latina. 

El enfoque “Recrear lo Real” propuesto por el equipo curatorial de la MIDBO, se encuentra en una vibrante sintonía con las programaciones elaboradas por nuestro propio equipo de curadores en el transcurso de este 2023. A través de esta temática de múltiples aristas, compartimos el interés por ir más allá de las definiciones convencionales de lo que se considera “real” o “realidad” en el cine, y/o dentro del relato cinematográfico. Sin duda, como espacio de reflexión y difusión, nos sentimos interpelados insistentemente acerca de la articulación de “los hechos” y el acto de “revelación” que implica la creación cinematográfica.

Este año, los investigadores Anna Dodier y Diego Da Rin, presentaron en su programa “Umbrales: espacios y tiempos cruzados”, del cual hace parte Al amparo del cielo (XIe Panorama), obras sobre los espacios liminares y olvidados de los territorios (márgenes, fronteras , tierras de nadie). En esta propuesta se entrelazan interrogantes de índole estética que nos instan a contemplar la realidad de un mundo que se desvanece. Asimismo, en la obra Gente Perra presentada en el programa “Piedra, Hoja, Bestia” (Semaine de l’Amérique Latine – Paris), curado por Paula Rodríguez Polanco, se entretejen los hilos de un tiempo futuro con los testimonios históricos de la conquista para replantear lo que es conocido tradicionalmente como el Nuevo Mundo.

La articulación de Gente Perra y Al amparo del cielo en un solo programa es una convergencia de intuiciones y necesidades. Más allá de la fuerza inherente contenida en cada propuesta, estas obras nos abren nuevas incógnitas, tanto estéticas como políticas, sobre un cine latinoamericano actual. Las dos películas reúnen una dimensión material, sensorial y reflexiva que abre caminos hacia las múltiples manifestaciones de lo “real” o de lo que se considera verdadero en el mundo construido por el relato cinematográfico; y si nos damos el tiempo necesario, también nos incitan a cuestionar la forma en que construimos nuestra propia mirada.

Por: Bíbata Uribe

Le chien qui aboie – El perro que ladra