Hijos del cemento

Desde un parabrisas de un carro en movimiento, un recorrido en blanco y negro nos conduce hacia Cementos El Cairo. Es una carretera rudimentaria pero plana, bien hecha, con una frondosa vegetación a los costados enmarcando el trayecto. Los sonidos del motor y de las llantas mutan conforme avanza el camino, se van convirtiendo en coordenadas de una cartografía imaginaria. Hijos del cemento es una película de capas telúricas que construyen una superficie polvorienta, exuberante y polifónica. De los suelos de esta pieza emana un cúmulo de voces: literarias, epistolares, obreras y cinematográficas, todas bajo el manto de una memoria paterna amasada con total respeto, con total misterio por la intimidad del duelo y sus recovecos. En esta correspondencia imaginaria, el trabajo define la vida de los hombres nacidos en tierra revuelta y construye puentes entre las manos de sus familias.