Un silencio sísmico

Julián Galay nos invita a navegar en la dualidad del tiempo y el espacio, utilizando una metáfora geológica para explorar la tensión y angustia entre dos eventos sísmicos. Una visión panorámica de la situación, simultáneamente conmovedora y desgarradora de algo que aconteció pero que siempre está al acecho, que amenaza con volver. A través de un formato que combina película analógica y digital, se establece un diálogo intangible entre Buenos Aires y Berlín, y de diarios personales con registros de un físico alemán del siglo XX creando una convergencia de narrativas subjetivas y científicas. El director, reconocido principalmente por su trabajo en el ámbito musical, aporta una dimensión sonora que amplifica la experiencia del espectador, haciendo que cada minuto sea una inmersión en distintas capas de realidad y percepción. Este cortometraje captura momentos y acusa la inminencia de algo más grande, que se avecina, acaso un evento que cambie nuestra concepción del tiempo, la historia y la memoria. Es una obra que desafía las convenciones del documental y del cine, ofreciendo un sentido alternativo de ver y entender el mundo que nos rodea.