MATO SECO EM CHAMAS

La aridez de Sol Nascente muestra la otra cara del orden y del progreso. A las afueras de Brasilia, en una de las favelas más grandes del país, nos interesamos por el cotidiano de Léa, Chitara, Andreia y Mônica. Regido por la anomia, el Estado sólo se manifiesta en Sol Nascente a través de campañas electorales y patrullas policiales militarizadas. Lo criminal se vuelve asignificante, pues abarca desde el mototaxismo hasta el robo sistemático del petróleo: lo necesario para la subsistencia, lo que puede ser inmoral y el crimen organizado se han amalgamado indisolublemente en el diario vivir. Y, entre la arena cobriza que todo lo impregna, la forma misma de la película se hace ambigua. Ni documental ni ficción, Mato seco em chamas reúne ambos géneros en un continuo formalmente cerrado, asentado firmemente entre lo que es y lo que puede ser. Todo está sólidamente a medias, a mitad de camino, para bien o para mal.