Cuando el deseo encuentra lugar en el miedo, Canuto, un miembro de la comunidad Mbyá-Guarani, se pierde a sí mismo en la búsqueda de la caza y la codicia. A través de olores, tacto, un oído agudo y recreaciones fabulatorias, intenta comunicarse con el espíritu animal que se apoderó de su cuerpo, para entender cómo empezó todo. La cámara y la pantalla, como partes de una nueva realidad construida y como espectadores de una transformación inminente, están al acecho, a la espera de que el cuerpo transfigurado de Canuto —y de todos quienes ansían comprender su historia a través de los sentidos— sea entregado a los vientos de la selva. Cuando ficción y realidad se entrecruzan y un miembro del equipo de rodaje se encuentra sometido al espíritu que provocó la muerte de Canuto, las imágenes confirman la leyenda que da nombre a la película. Una experiencia brutal y desgarradora sobre dar vida, cuerpo y sangre a las memorias colectivas.

Por Ana Júlia Silvino