Desde 2018, la represa de energía hidroeléctrica Hidroituango ha generado empobrecimiento y desplazamiento, destruyendo el ecosistema y alterando las formas de vida de los pobladores del cauce del río Cauca. En la zona, la gente se desempeñaba en los oficios de la pesca, la mina artesanal y la agricultura, con estrategias de intercambio precapitalistas y con presencia de la población indígena Nutabe. Actualmente, el hambre, el desempleo y los cultivos perdidos son la cotidianidad. “Riada” explora, mediante testimonios de pobladores y especialistas, las raíces violentas del megaproyecto por parte de actores armados ilegales y del Estado, y las consecuencias sociales y ecológicas que han llevado al etnocidio.

Por María Fernanda Carrillo.