Colombia es el segundo país en el mundo más afectado por las minas anti-persona. El documental de Christian Ossa se divide en dos partes. En la primera, «El Cuerpo» las narraciones de las víctimas de las minas nos muestran como ese artefacto de guerra se ha convertido en el paradigma del horror y la crueldad humana en la absurda guerra civil colombiana. La mina no distingue entre niños, campesinos, combatientes o animales. Solo espera la oportunidad de desatar el horror. En la segunda parte, «El cine sana» asistimos a las posibilidades del arte como forma de expresión de las víctimas y la capacidad del mismo para la concienciación de un público general. La empatía, esa habilidad humana tan escasa, es el objetivo del arte social que las víctimas de las minas anti-persona convocan en esta película, de la cual participan en su realización. La perdida de piernas por causa de la guerra es en Colombia uno de los principales motivos de discapacidad motora.

Por Julio Lamaña.