Say Goodbye

Bajo las imponentes montañas nevadas de Utah, una familia vive con la incertidumbre de la desaparición de un ser querido. Al seguir la rutina de Rosa, Sol y Javier, la película explora el duelo, la soledad y el silencio. La ausencia además de definir su presente, también reconfigura sus vidas; el vacío se convierte en una presencia constante.

En una Utah gélida e inmensa, rodeada por montañas que se elevan como gigantes de nieve, el frío se filtra en las emociones, en los silencios y en la forma de convivir de sus habitantes. Es en este entorno imponente y solitario en donde Rosa, Sol y Javier se enfrentan, cada uno a su manera, a la desaparición de un ser querido: el padre de la familia.

Say Goodbye, de Paloma López Carrillo, es un documental que se sumerge en la vida cotidiana de esta familia mexicana que, lejos de su tierra, intenta encontrar sentido y sostén en medio del duelo. No hay respuestas, ni revelaciones dramáticas, lo que hay es tiempo detenido, miradas que no terminan de encontrar descanso, rutinas que se repiten bajo la sombra del duelo, entre risas y nuevas conexiones.

En medio de carreteras congeladas, vientos helados y amaneceres pálidos, la familia transita una rutina diaria cargada de un peso invisible. Habitan espacios cerrados, sus apartamentos, carros y cocinas, donde la intimidad se mezcla con la incertidumbre. Son escenarios en los que se permite la nostalgia: lugares donde se llora en voz baja, donde se piensa lo que no se dice y donde el silencio no es vacío, sino presencia. Porque aun en una habitación llena, habita la ausencia. Estos espacios habitables, convertidos en escenarios donde la vulnerabilidad es liberada, los observamos con delicadeza, sin invadir, convertidos en testigos de una dinámica familiar en la que el amor y el dolor conviven de forma contenida. Rosa, Sol y Javier no solo se enfrentan a la desaparición del padre, sino también a las distintas formas en que el duelo atraviesa la identidad, los vínculos y el cuerpo. Cada gesto revela una fisura: un rompecabezas armado con precisión, un trayecto enmudecido, una conversación suspendida en el aire.

Say Goodbye es una obra profundamente sensorial. Su ritmo pausado, antes que una imposición, se convierte en una invitación a sentir. El paisaje, tan bello como desolador, funciona como reflejo emocional de los personajes. Utah no es solo un telón de fondo, sino una geografía emocional, un lugar donde el frío exterior replica el gélido silencio interior de quienes siguen esperando, de quienes aún no consiguen despedirse del todo. Este es un documental que no propone una narrativa de superación, sino una contemplación sincera sobre cómo se vive cuando no hay cierre posible. La pérdida aquí no es un evento, sino un estado prolongado, una herida que no cicatriza entre la desazón de la incertidumbre. Es un duelo que se vuelve parte de la rutina, que se instala en los días como una sombra constante.

Say Goodbye es, en última instancia, una reflexión sobre la fragilidad humana frente a lo irreparable, una obra contenida y profundamente conmovedora que logra transformar la espera, el silencio y el dolor en una experiencia cinematográfica íntima.

Por Sara Jaramillo Espinosa

País: México
Año: 2025
Duración: 103′
Producción: Abril López Carrillo
Fotografía: J. Daniel Zuñiga
Sonido: Adrià Campmany y Javier Umpierrez
Montaje: Paloma López Carrillo

Paloma López Carrillo ha sido reconocida por su trabajo como editora en películas como La jaula de oro, por la cual recibió el Premio Ariel a Mejor Edición; La libertad del diablo, ganadora del Premio Amnistía Internacional en la Berlinale 2017; así como Una corriente salvaje, Brujería, El hoyo en la cerca, entre otras.