Sempre

Sinopsis
Cincuenta años después, Luciana Fina revisita las imágenes de la Revolución de los Claveles de 1974 en Portugal, reconsiderando la transición del fascismo a la liberación y el proceso de construcción de un nuevo país, por su emancipación y su futuro. Es un homenaje al cine que intervino en la historia y que hoy devuelve la hipótesis de un momento extraordinario. La película recorre la opresión de la dictadura y de su policía política, las ocupaciones estudiantiles de 1969, el Movimiento de las Fuerzas Armadas de 1974, los sueños, programas y perspectivas del proceso revolucionario y la descolonización.
Reseña
Para vivificar el presente, Sempre nos devuelve un tiempo excepcional: la Revolución de los Claveles de abril de 1974. En esa periferia de Europa que es Portugal emergió un movimiento anticolonialista y popular encabezado por jóvenes militares de izquierda, que recogieron el descontento social y derrocaron la dictadura salazarista. Esto ocurría mientras se decretaba el fracaso de las luchas estudiantiles de los sesenta y las estrategias de la tensión de la derecha hacían de las suyas en varios países europeos. Luciana Fina, una italiana residente en Portugal, es comisionada para realizar una instalación “conmemorativa” de los cincuenta años de la Revolución, con material de archivo de la Cinemateca Portuguesa y el acervo de la televisión pública del país. A partir de ese impulso inicial, Sempre se convierte en una película de películas, que utiliza obras más o menos conocidas (muy poco conocidas para espectadores por fuera de Portugal) y señala el lugar del cine en un proceso de emergencia social. Desde el propio título, Fina se resiste a la nostalgia de los viejos buenos tiempos. Sí, 1974 es la estampa de un tiempo pasado y utópico pero el espíritu revolucionario no debe dejar de acontecer. Con un impresionante filigrana visual y sonora, la directora desplaza las imágenes de archivo de su tiempo y sentido original y las vincula con la urgencia de luchas y preocupaciones actuales: la vivienda,la crisis climática, los derechos de las mujeres, la extendida precarización y el desmonte de conquistas sociales. El cine es testigo y protagonista —prosista y poeta— desde el anónimo camarógrafo que registró algún momento de entusiasmo excepcional hasta íconos del cine político como Nani Moretti y Robert Kramer. Fueron “bellas banderas” y, pese a cierto desencanto del presente, lo serán siempre.
Por Pedro Adrián Zuluaga
País: Portugal, Italia
Año: 2024
Duración: 108′
Producción: Joana de Sousa
Fotografía: Luciana Fina
Sonido: Guilherme Sousa
Montaje: Luciana Fina
Trailer
Dirección

Para vivificar el presente, Sempre nos devuelve un tiempo excepcional: la Revolución de los Claveles de abril de 1974. En esa periferia de Europa que es Portugal emergió un movimiento anticolonialista y popular encabezado por jóvenes militares de izquierda, que recogieron el descontento social y derrocaron la dictadura salazarista. Esto ocurría mientras se decretaba el fracaso de las luchas estudiantiles de los sesenta y las estrategias de la tensión de la derecha hacían de las suyas en varios países europeos. Luciana Fina, una italiana residente en Portugal, es comisionada para realizar una instalación “conmemorativa” de los cincuenta años de la Revolución, con material de archivo de la Cinemateca Portuguesa y el acervo de la televisión pública del país. A partir de ese impulso inicial, Sempre se convierte en una película de películas, que utiliza obras más o menos conocidas (muy poco conocidas para espectadores por fuera de Portugal) y señala el lugar del cine en un proceso de emergencia social. Desde el propio título, Fina se resiste a la nostalgia de los viejos buenos tiempos. Sí, 1974 es la estampa de un tiempo pasado y utópico pero el espíritu revolucionario no debe dejar de acontecer. Con un impresionante filigrana visual y sonora, la directora desplaza las imágenes de archivo de su tiempo y sentido original y las vincula con la urgencia de luchas y preocupaciones actuales: la vivienda,la crisis climática, los derechos de las mujeres, la extendida precarización y el desmonte de conquistas sociales. El cine es testigo y protagonista —prosista y poeta— desde el anónimo camarógrafo que registró algún momento de entusiasmo excepcional hasta íconos del cine político como Nani Moretti y Robert Kramer. Fueron “bellas banderas” y, pese a cierto desencanto del presente, lo serán siempre.
Por Pedro Adrián Zuluaga
Funciones
Lugar: Cinemateca de Bogotá
Sala 3
Día: 2 de noviembre
Hora: 17:00