Un ángel subterráneo
Sinopsis
Álvaro Álvarez es como uno de los personajes perturbados de la literatura rusa, la que conoce por haber sido un ávido lector. Álvaro es acosado por espíritus que lo han llevado a cometer locuras. Hoy vive en el ancianato Cottolengo en Cali, lugar que describe como “la antesala del infierno”. Este documental recoge el divagar mental de un “personaje del subsuelo”, por momentos lúcido y elocuente, capaz de pensarse a sí mismo; un divagar que permite leer, entre líneas, sus ambiciones, su locura, y comprender su mundo “subterráneo”.
Reseña
Una carrera ejemplar, una familia y cualquier posibilidad de futuro quedaron a medio enterrar en Cottolengo: un cementerio sin sepultura, donde la vida persiste a medias, donde los muertos respiran y esperan. Es un territorio de réquiems interminables, de pasillos en penumbra y relojes que parecen no avanzar. Allí, en medio de un aire espeso que nunca se renueva, Álvaro Álvarez abre los ojos en la misma cama donde volverá a cerrarlos, como si la vida se redujera al parpadeo entre un sueño y otro, y donde cada movimiento es un pequeño intento de permanecer en pie contra el peso de la soledad y el olvido. Entre los muros del encierro, su voz rompe el silencio con memorias de una vida que nunca terminó de cumplirse, una vida que perdió el permiso de ser vivida. Un ángel subterráneo, de Óscar Campo, no narra una historia, la fragmenta. Entre imágenes que se disuelven como sueños y sonidos que se vuelven herida, asistimos a una biografía que oscila entre la locura y la lucidez, como si ambas fueran dos nombres para la misma cosa. Allí, la literatura es refugio y condena; la ciudad, un engranaje que desecha al que no encaja; y la locura, un espejo incómodo en el que se refleja una sociedad autómata, incapaz ya de detenerse a mirar, y mucho menos a amar. No se trata de un retrato, sino de un descenso hacia el subsuelo de la memoria del olvidado.
Por Manuela Pulido Gutierrez
País: Colombia
Año: 1991
Duración: 24′
Producción: Diana Vargas y Alejandra David
Fotografía: Oscar Bernal, Guillermo Villada, Iván Suaza
Sonido: César Salazar
Montaje: Amparo Saavedra, Daniel Iarussi, Jorge Mario Arias
Dirección
Oscar Campo es profesor del área audiovisual de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle. Es gestor y coordinador del programa de documentales Rostros y Rastros, de Telepacífico, y de Vidas Cruzadas y En Movimiento, en Señal Colombia, espacios televisivos de la Universidad del Valle. Es uno de los documentalistas más reconocidos del país, con trabajos como Un ángel subterráneo (Primer Premio Festival de La Habana), El proyecto del diablo, Tiempo de miedo, Noticias de guerra (Premio Planeta), Fernell Franco: Escritura de luces y sombras (Premio «Una ciudad que Sueña» de la Cinemateca Distrital), Recuerdos de sangre (Premio India Catalina a Mejor Documental), e Informe sobre un mundo ciego. Igualmente realizó el cortometraje Valeria (Premio del Salón Internacional de Cine de Bogotá).
Funciones
Lugar: Cinemateca de Bogotá Sala 2
Día: 2 de noviembre
Hora: 20:00
*Conversatorio