PROGRAMAS DE CORTOMETRAJES 26 MIDBO


Vestigios que arden

“en la huella nos hacemos con las cosas” W. Benjamin

Los cuatro cortometrajes de este programa (Arkhé, La noche del minotauro, Tartessös Dune y 84) interrogan los vestigios materiales de otro tiempo, de algún pasado, y con esa indagación los transforman o reinventan. Cada archivo visual que los trabajos acogen no solo trae noticias del pasado, con sus catástrofes y movimientos, rebeldías y resistencias, fiestas y duelos. Estos archivos son también la evidencia de que la historia produce ruinas, líneas de fuga, monstruosidades, disidencias; no avanza en línea recta, da tumbos. El archivo tiene que ver desde su misma raíz como palabra con el origen, con lo fundante. Pero ningún origen está dado de antemano ni resulta fácil de ver; el origen siempre está sumergido y hay que excavar para que vuelva a aparecer. El origen es lo que hay que encontrar. El cine es un buen lugar para dar a ver, y reescribir la mirada (que no es otra cosa que una forma de estar en el mundo). En los cuatro cortos el gesto fundante son las preguntas que se les hacen a los archivos buscados o encontrados, su forma de operar sobre ellos —con ellos—. En esas preguntas rugen, no las claves del pasado, sino las del porvenir: presagios de un entendimiento futuro, indicios de otros linajes e hilos con los que tejer nuevas historias para congregarnos. Estos vestigios arden porque siguen queriendo hablar y ser escuchados.  

Programa y textos por Pedro Adrián Zuluaga

Arkhé

La noche del Minotauro

Tartessos Dune

84


De la promesa a la fábula

De la promesa a la fábula agrupa tres obras que indagan en la densa y ambivalente relación entre el ser humano y la geografía, abordada desde un prisma emocional y ético. En cada uno de estos cortometrajes, el paisaje tiene un carácter protagónico, define la identidad de sus habitantes y encarna tensiones históricas. Estos territorios, lejos de ser contenedores, se presentan como entidades vivas que dejan ver la intrincada red de promesas y fábulas que configuran la relación humana con el entorno.

En About Happy Hippos and Sad Peacocks, Calderón y Förster llevan la narrativa más allá de lo humano al otorgar voz a lo animal. Los hipopótamos del río Magdalena y los pavos reales de Berlín se convierten en protagonistas de su propio destino, reflejando las absurdas apropiaciones humanas que han transformado sus paisajes. Estos escenarios, distantes en el tiempo y el espacio, convergen en una lógica común: la promesa incumplida de dominación sobre la naturaleza. El resultado es una nueva ecología imprevista, cargada de tensiones entre historia, violencia y paisaje. La geografía aquí resiste y se rebela contra las imposiciones humanas. La promesa de control se quiebra, dejando un espacio donde lo no-humano cuestiona y desafía nuestras concepciones.

En O Silêncio Elementar, Mariana de Melo explora la paradoja de la vida minera en Minas Gerais. La geografía que da forma a la identidad de los trabajadores es destruida en el proceso de extracción que asegura su subsistencia. De Melo captura tanto la devastación material como la emocional, planteando un dilema ético profundamente contemporáneo: el colapso físico y simbólico del entorno, que obliga a reconsiderar el lazo afectivo con la tierra. El desafío aquí no es sólo preservar el espacio que se degrada, sino mantener una conexión emocional con un paisaje que ya no puede ofrecer estabilidad ni permanencia. La promesa de progreso se convierte en una fábula melancólica, donde la supervivencia y la devastación están entrelazadas en un ciclo sin fin. 

Nueva Esperanza, de Carlos Rentería, nos transporta a las periferias de una ciudad andina suspendida, donde dos personajes vagan por un paisaje entre la realidad y el espejismo. La obra, evocando un tríptico de El Bosco, fragmenta el espacio en escenas cargadas de elementos dispares: un hombre con un acordeón, un exiliado trabajando en un recinto vacacional vacío que sueña y recuerda una guerra. En este contexto, la promesa de progreso y del retorno al país de origen se revela como un espejismo. La textura del 16mm intensifica la sensación de irrealidad, desdibujando las fronteras entre lo físico y lo simbólico, lo vivido y lo soñado. 

A través de estas tres obras disonantes, surge la cuestión de cómo el cine explora las reconfiguraciones del poder entre humanos y territorios, y da voz a narradores silenciosos que desestabilizan la relación entre historia, realidad, ficción y verdad. ¿Puede el cine, con su vasto léxico cinematográfico, mantener la tensión entre la representación del desastre y la posibilidad de redimirlo?

Programa y textos por Bíbata Uribe

Acerca de hipopótamos felices y pavos reales tristes

El silencio del hierro

Nueva esperanza


Bajo estas aguas hubo un pueblo

Pensar la memoria como acción continua y la historia como construcción inacabada es una de las voluntades de este programa que propone un diálogo retrospectivo a partir de la coincidencia en nuestro presente de tres películas de distinta procedencia que vuelven sobre un hecho común: la inundación de un valle y el desplazamiento de su población para la construcción de una represa. El embalse de Riaño al norte de España en el caso del cortometraje de Miriam Martin, Vuelta a Riaño, y el embalse Peñol-Guatapé en los casos de El Peñol, película inconclusa de Alberto Aguirre y Carlos Álvarez, y El recuerdo de los últimos, cortometraje de Simone Cardona. Películas que se inscriben formal o instintivamente en prácticas contemporáneas de trabajo con archivos como medios para interpelar, revisar o reinterpretar narrativas instauradas sobre la historia de poblaciones y territorios. Decía Derrida que volver accesible una obra —y el archivo también es una obra— es someter una interpretación a una interpretación.  Volver accesible una obra permite reparar en los desajustes de la historia para volver a enunciarla. Vuelta a Riaño, El Peñol y El recuerdo de los últimos impulsan en su práctica la activación de memorias colectivas vinculadas a regímenes de despojo, adoptando posiciones políticas y estéticas frente a los materiales audiovisuales desde distintos procesos: intervención, recuperación, reordenación. En un presente pantanoso, este programa apela a una performatividad del archivo que hace del cine un acto de memoria.

Programa y textos por Juliana Arana

Vuelta a Riaño

El Peñol (1978)

El recuerdo de los últimos


El latido que alimenta los umbrales

“Por principio de cuentas, yo nunca salgo a “buscar un paisaje”:
siempre dejo que el paisaje me busque a mi
que se eche violentamente sobre mi sensibilidad.”
Dr. Atl

Un impulso atento y constante aviva la fuerza de las imágenes que reúne este programa. Estos cortos rinden tributo a una sensibilidad activa, a una corriente que nutre la certeza de que convivimos con fuerzas vivas que emanan entre las piedras. Un acercamiento particular a la tierra, los animales y la noche, late en estos trabajos alimentando conexiones donde se hace evidente que no es lo que vemos, sino cómo lo vemos, aquello que nos permite expandir nuestras realidades. Cada corto presenta una mirada personal y sensible frente a la materia. No se trata acá de buscar, sino de agudizar la mirada para percibir aquello que nos rodea y redefinir nuestra conexión con el mundo. Cada cortometraje, a su manera, lucha contra el desarraigo, dibujando raíces profundas ancladas a la herencia de una tierra que se revela impulsiva. Lo Que Los Humanos Ven Como Sangre, Los Jaguares Ven Como Chicha de la boliviana Luciana Decker Orozco, Los Dos Lados De La Tortuga del ecuatoriano Oscar Illingworth, Toda la noche vi crecer el fuego del mexicano Rodrigo Alonso Kahlo, La historia se escribe de noche del cubano Alejandro Alonso y Terpeniev del argentino Manuel del Médico, muestran el excelente estado en el que se encuentra el cortometraje latinoamericano y develan la inagotable fuente de inspiración que es la tierra, la tradición y la historia de los países de Américalatina.

Programa y texto por Juan Pablo Franky

Terpeniev

Los dos lados de la tortuga

Lo que los humanos ven como sangre, los jaguares ven como chicha

Toda la noche vi crecer el fuego

La historia se escribe de noche

Scroll al inicio