TRÁNSITOS

Conjeturas de lo efímero / Transitar de Juan Pablo Franky

Selegna Sol

Cleaning & Cleansing

Estados generales

Las bellas banderas: cine, medios y revuelta política en los años setenta… Y hoy

Este programa parte de una película, el cortometraje Colombia 70, que Carlos Álvarez filmó en 1970 y cuya duración es de apenas seis minutos. Como otros trabajos del cineasta y crítico santandereano, Colombia 70 se dejó de ver durante mucho tiempo. Se le reservó un lugar entre el mito y el olvido, y se le sentenció a ser una obra más dentro del corpus estático del cine político colombiano. En los últimos años pasaron varias cosas: la muerte de Carlos Álvarez en 2019, la paulatina restauración de su legado fílmico, y el estreno del documental El film justifica los medios, de Jacobo del Castillo, que revisita la revuelta política y la conmoción mediática que se produjo en Colombia en las décadas de 1960 y 1970. Los estallidos sociales que vivió el país en 2019 y 2021 fueron también un terreno propicio para mirar las luchas sociales del pasado y el lugar del cine y otros medios en esa disputa por el poder.

En  este programa, Colombia 70 también incita otras lecturas del cine de esa década, que en el caso colombiano han sido dominadas por las ideas de fracaso, oportunismo e indigencia estética. La fortuna crítica que logró la categoría de “pornomiseria” y la crisis de legitimidad de la izquierda obstruyeron una justa comprensión del cine de Carlos Álvarez y otros cineastas activos durante los setenta. Colombia 70 se programa al lado de ¿Qué es la democracia?, del mismo director, y de Un día yo pregunté, dirigida por Julia Sabogal de Álvarez: un tríptico de películas confrontacionales y de agitación, de voracidad asociativa, un montaje que se tensa entre lo sensible y lo intelectual, y feroz apropiación de un amplio archivo mediático, proveniente de los discursos hegemónicos, y releído en clave de liberación. Estos recursos estilísticos expresan la “modernidad fílmica” que el crítico peruano Isaac León Frías identifica en su libro sobre el Nuevo Cine latinoamericano.

El programa se pregunta por el devenir archivo del cine militante de esa década, que a su vez  intervino materiales como fotografías, noticieros, publicidad y cine institucional. ¿Qué hacer con ese archivo de películas, con ese legado, hoy? ¿En qué clave se pueden recuperar sus gestos y acercarse a sus resonancias? Como respuesta parcial a esas preguntas complementan el programa dos películas recientes que vuelven sus ojos a la década de 1970, y se preguntan por el papel que ocuparon el cine y los medios de comunicación en procesos políticos como la Revolución de los Claveles (1974) en Portugal o la larga dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay. Sempre (Portugal, 2024), de Luciana Fina, y Bajo las banderas, el sol (Paraguay, 2025) de Juanjo Pereira, si bien miran al pasado, declaran de forma explícita su pertenencia al presente. Ya sea porque, como en Sempre, las luchas sociales de hoy sirven para construir una cámara de ecos con las luchas sociales de antes, e invitan a que la revolución no deje de acontecer; o porque, como en Bajo las banderas, el sol, el aparato ideológico de una dictadura del siglo XX es desmontado y con esa operación se hace evidente la recurrencia histórica del fascismo. 

Como ya lo anunciaba el cine de Carlos Álvarez y Julia Sabogal de Álvarez en la década de 1970, el cine y los medios son un espacio de combate. La disputa es, a la vez, por sus modos de producción y de propiedad, íntimamente entrelazados. ¿Con qué fines se producen las imágenes y cómo se pueden subvertir sus lógicas dominantes? El destino de ciertas imágenes y sonidos puede ser hackeado. No importa su origen, sino el lugar al que pueden llegar. En esa zona de obras trabajan hoy muchos cineastas del mundo, incluidos varios de Colombia (como Jacobo de Castillo, Federico y Jerónimo Atehortúa, Daniel Cortés, Juliana Zuluaga o Marta Hincapié). Una forma de la re-vuelta es, entonces, construir lo nuevo a partir de lo viejo, y trazar vínculos donde muchos quieren ver separaciones, obsolescencia y cortes abruptos con el pasado. 

Por Pedro Adrián Zuluaga

Sempre

Bajo las banderas el sol

Colombia 70

¿Qué es la democracia?

Un día yo pregunté

Aquella luz, esta grieta: la intuición de las formas

El horizonte y el cielo son límites que traza la visión y, sin embargo, existe siempre la intuición de un otro lado, la existencia de una otra realidad presentida. Las obras reunidas en este programa tienen la voluntad de atender lo oculto entre las formas, de poner en duda las superficies, lo evidente, e ir más allá de lo que permite la mirada. En ellas, el paisaje emerge no como objeto sino como acontecimiento que nos impacta y como materia para la escritura. Cada una, a su manera, construye una topografía simbólica de los lugares a partir de la observación, de la espera y de la escucha. 

En este conjunto de  películas, la experiencia del paisaje se manifiesta  a través de una doble aproximación: como tema y como materia. Además del registro, la constitución heterogénea del paisaje se explora y manifiesta en las formas narrativas y en el tratamiento de la imagen. El uso del celuloide o de la fotografía análoga en la mayoría de ellas acoge lo indefinido y borroso, y destaca la textura y la dimensión táctil que evoca la imagen. Así, en In the Manner of Smoke, el humo de los incendios forestales opera como metáfora de lo visible e invisible, y como membrana que abraza la imagen haciendo las formas difusas. En los cuatro cortometrajes que hacen parte de la muestra (Santa Clara. Nascimento em três fases, Jirapo, Todo era mamá y Nayan), todas en formato análogo, la geografía del paisaje se manifiesta como intervención en el material fílmico: la luz en el revelado sobreexpuesto, la ruina en la rayadura de la película, la visión de las abejas en los tonos azules de la imagen, el vacío en la imposibilidad de la palabra. 

Por supuesto, la cuestión de la percepción también aparece en estas obras que abordan la vivencia del paisaje. En Little, Big and Far es un aspecto fundamental —las tres palabras del título parecen definirla—, y sin embargo, la percepción se plantea no sólo como un asunto de espacialidad y de distancia, sino de tiempo. Hay en todas ellas una loa a la contemplación, a la demora en la observación, un atento escuchar del mundo, indispensable en el encuentro con lo que nos alberga y en el reparo de nuestro propio límite. 

El paisaje como relato vivo sólo puede impactarnos a través del cuerpo y estas obras proponen una forma de ver-estar en el mundo y en la sala de cine, una conmoción del ser que emerge en el silencio y la soledad, pero también en el encuentro con el otro. El estatuto de verdad en la realidad se fractura para provocar una apertura hacia la extrañeza, hacia lo opaco e indiscernible. Estas obras siembran vacíos, tantean lo oculto, rozan el misterio del origen y lo eterno, trascienden a través de la intuición de la forma. Lo invisible se transparenta en lo visible sin imponer certezas a lo real. 

Por Diana Prada

Little, Big and Far

Santa Clara. Nascimento Em Três Fases

Jirapo

Nayan

Todo era mamá

In the Manner of Smoke

El color del tacto / Transitar de Juliana Arana

Arrojalatierra

Cuando ellas se fueron solo quedó un pequeño ruido en la montaña

Portales

Por dentro somos color

Accession

Underground

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